denuncia
ayer
me atropelló un taxista
bien buena gente.
perdóname, decía,
se le salían los ojos
del espejo colgaba
un zapato
buena gente.
yo escuchaba sólo el grito
de una señora
la que paró al taxi.
una nube se frota la entrepierna
contra la antena
de este edificio estúpido
que nunca había visto
desde tan abajo
la señora salió del trabajo
y está trabajando el taxista
yo solo paseaba
pensando en cuanta gente muere asesinada
por buena gente que pensó que pasaba
el taxista se distrajo
por dar el banderazo
así que el taxímetro corre
a la sombra del zapato
setentayocho centavos
por cada minuto
que no perdone.
"perdóname rápido"
buena gente.
Yo estoy bien
un agujero en la chamarra
un raspón en la rodilla
pero nunca me había sentido
con tanto derecho a quedarme
tirado en la calle
un rato
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